Gracias a los documentos “Libro de Apeos de Heredades” de la Iglesia de Santa María de Concejo, como en los “Libros de Fábrica”, “Libros de Actas del Gremio de los Honrados Mareantes de San Nicolás de Llanes”, etc. podemos asegurar, con toda certeza, que el 2 de Septiembre del año 1515, el Beneficiado de la Iglesia Parroquial de Santa María de Concejo, D. Fernando Salas, a través del Obispo Diego de Muros, pide solicitud al Papa León X para fundar una ermita, la cual aparece construida en el año 1516 bajo el nombre de “Santa María de Guía”; probablemente, en su origen la ermita sería de madera y teja.

Hay que constatar, que la propiedad de  la ermita de la Guía, tuvo desde sus orígenes hasta hace pocos años un carácter privado, dirigida por diversos patronos, véase la familia Salas, la Familia Merodio y la Familia Sánchez, patronos que junto a aportaciones del propio pueblo y de emigrantes llaniscos se encargaban del mantenimiento de la ermita y de la realización de las diversas actividades en honor a la Virgen de la Guía.

En el año 1589, Fernando Valdés, uno de los diversos patronos que ha tenido la ermita de la Guía, otorga testamento ante el escribano D. Bernardo de Estrada, y en una de sus cláusulas funda un Aniversario perpetuo, el del 8 de Septiembre (Fecha en la que se conmemora la Natividad de la Virgen y en la que la Ermita queda consagrada e inaugurada), con Misa y Responso en la Ermita de Santa María de Guía. Este aniversario está recogido, pues era obligación, en el “Libro de Aniversarios” de la parroquia.

Desde su año de construcción y durante  los siglos sucesivos, la Ermita sufrió continuas reformas hasta alcanzar el aspecto actual. Existe constancia documental de que anexa a la ermita existía una Casa de Novena, y una casa del ermitaño, este último dato es muy difícil de asegurar y constatar documentalmente. El ermitaño, era la persona dedicada al cuidado de la capilla. De entre todos los ermitaños que ha tenido la ermita de la Guía citaré al último, El Tío Millán, más conocido como el Artillero. Pues bien, El Tío Millán, paseaba por San Antón, Las Barqueras y el Cuetu donde vivía, portando un cuadro colgado al cuello con la imagen de la Virgen de la Guía que le proporcionaba alguna limosna. Después de su muerte, su mujer, probablemente ya muy harta de él, inscribió el siguiente epitafio: “Aquí yace y yace bien, el descansa y yo también”. Hay que resaltar que a finales del S XVIII, al lado de la capilla se cerca un cuadro para cementerio provisional. Hay documentos según refiere D. Vicente Pedregal que acredita que hubo enterramientos en la Guía desde el 12 de Febrero al 6 de Junio de 1812, y desde el 1 de Noviembre al 25 de Agosto de 1814 y hasta 1816, y más tarde en Abril de 1818.

En 1.844, el 31 de Agosto, don Pedro Merodio, por razones económicas y de salud,  cede el Patronato de la Ermita de la Virgen de Guía a don Juan Sanchez Castillo. Posteriormente, don José Sanchez Ramos, hijo del anterior, adquiere varios terrenos circundantes a la Ermita y realiza obras, dejando un importante legado para continuarlas de 50.000 reales. Le suceden como Patronos sus hermanos Pedro y Ramón , el hijo de éste don Ramón Sánchez Junco y a éste su hermano don Santiago Sánchez Junco, que a su vez, mediante testamento, deja heredero a su hijo don Santiago Sánchez Ezquerra, el cual en fecha 30 de Setiembre de 1.997, mediante documento privado, cede todos sus derechos sobre el Patronato  y bienes de la ermita a la Parroquia de Santa María de Llanes y se reserva, par sí y sus descendientes directos, residentes en Llanes,  los privilegios de custodiar los distintos mantos de la Virgen y el del cambio de vestiduras de  la imagen, un lugar en el coro para su asistencia a los actos que se celebren y el derecho y la obligación de asistencia con voz y voto a las Juntas o comisiones que puedan formarse y reconoce su deber de contribuir al mantenimiento de la ermita, obligándose con sus bienes presentes y futuros al cumplimiento de este deber.

La Capilla está situada en lo alto de la colina de La Guía, en Llanes.