Como cada año, el verano va apagando su luz, y justo en ese instante, Llanes vuelve a latir con fuerza al compás de nuestras queridas fiestas. Han sido tres meses intensos, llenos de vida, música y color por cada rincón del concejo. Pero para nosotros, los devotos de la Virgen de la Guía, lo más profundo está por llegar. Es tiempo de vestir nuestras calles con nardos, de engalanar balcones, de abrir el corazón y vivir con emoción una semana única, donde la devoción, el recuerdo y la alegría se funden en un mismo sentir.
Cada llanisco que lleva a la Guía en su alma sabe cuándo empieza la verdadera cuenta atrás: ese momento en que la Virgen regresa a su ermita, el día grande, entre una multitud de miradas llenas de fe. Nos detenemos ante su rostro sereno, y desde lo más hondo le pedimos salud para los que amamos. Ella nos escucha. Siempre lo hace.
Y como nos dice la danza prima, si no estamos en la tierra… ampáranos en el cielo. Esa frase sencilla lo dice todo. En ella está el consuelo, la esperanza y el amor eterno que sentimos por Nuestra Madre.
Durante los años que he tenido el inmenso honor de presidir esta gran familia, he podido ver cómo crece la llama que nos une:
la devoción verdadera, sincera, esa que se vive con lágrimas en los ojos cuando la Virgen asoma entre la multitud en la mágica noche del 7 de septiembre. Esa noche en la que todos volvemos a
ser niños, hijos, nietos… fieles de una misma emoción.
Quiero también aprovechar estas líneas para recordar que, como ocurre cada cuatro años, tendremos elecciones para elegir a quienes guiarán el camino del Bando. Desde aquí, lanzo una llamada especial a los más jóvenes: participad, cuidad lo que nos hace únicos. Estas tradiciones, que nuestros mayores levantaron con sacrificio y amor, son nuestro mayor tesoro. Heredarlas esun privilegio, mantenerlas vivas, una responsabilidad que debemos asumir con orgullo.
Y ahora, solo me queda desearos unas fiestas inolvidables. Que viváis cada momento con intensidad, que os dejéis llevar por la emoción y que, tanto los que estamos en esta tierra como los que nos miran desde el cielo, alcemos juntos la voz para decir con el alma llena: .

Viva la Virgen de Guía

David Prada Torre
Presidente